Mi Experiencia en la Playa con Nudistas Venezolanos

Nunca sé cómo empezar y con cual adjetivo describir estos maravillosos encuentros, no sólo por la belleza de la naturaleza sino por los excelentes amigos que hemos ido haciendo en cada paseo.

Este, como todos los anteriores, fue maravilloso: el clima estuvo espectacular, con un mar que se enaltecía por su color azul y verde, mostrando su transparencia y su grandeza con el reventar de las crestas en la orilla, que se agitaba al compás de la brisa y su agua cristalina.

El sábado, emocionante y movido, como siempre, nos dio los buenos días acompañado de un sol maravilloso y de un cielo completamente despejado, listo para reencontrar con alegría a todos los amigos que asistieron al paseo. Ya llegado al medía día, compartimos un pescado frito, que te hace añorarlo cuando regresas a casa.

Sentarme a mirar el horizonte, me dejaba un espectáculo de colores y me hacía sentir como en un estado de meditación donde se fundía mi respiración con un rato de paz.

Mi Experiencia en la Playa con Nudistas Venezolanos

Al caer la tarde, la despedida de los que se iban entre risas y abrazos porque no los quieres dejar ir, sumado a los comentarios de arrepentimiento porque deben volver a sus rutinas, y dejar atrás ese bienestar que nos llena.

Aunque muchos debieron regresar el mismo día, nos quedamos alrededor de 14 carpas bien distribuidas. La buena vibra nos llevó la noche y la playa se vistió del calor de las fogatas. Entre cantos y música amenizada por el sonido maravilloso de una guitarra con toques andaluces, de nuestro amigo Juan Carlos, y la acostumbrada iluminación decorativa de Jhonnie Team, nos sentamos alrededor de las mesas campaneando un maravilloso traguito y descorchando un sabroso vino.

Así estuvimos hasta entrada la madrugada, cuando ya cansados de tanta risa y alegría, todos fueron a darle las buenas noches a la almohada.

Yo me quedé sola un rato más, recostada en una silla y embelesada con las estrellas en su cielo bañado de oscuridad y tranquilidad. Es cuando dejas volar, no solo los pensamientos, sino también le abres paso a los sentimientos, uniéndome en uno solo con el sonar de las olas y el vaivén de la brisa, para acurrucarme después en un profundo sueño.

El domingo arrancó muy temprano con un sol esplendoroso y las tertulias de los mañaneros, todos arriba a preparar el desayuno para compartirlo con alegría.

La acostumbrada parrilla de chorizos y unos bollitos de pimentón de Morris, y Carmen ofreciendo el cafecito caliente y haciendo las arepas, que te remontan a los recuerdos de cuando eras un niño consentido.

Junto a los lancheros, quienes estuvieron sentados en nuestras mesas disfrutando de los manjares, formamos una familia espectacular

Al final llegó el momento de recoger nuestras carpas para la partida, no hay cabida para la tristeza, sólo para la alegría y hermandad. Todos colaboran para dejar nuestra playa limpia y, con mucho pesar, nos vestimos para zarpar de regreso.

No sé porqué, siempre soy la última en vestirme, pero me he dado cuenta que, al hacerlo, es como si me estuviera despojando de mi vestidura interna, dándole paso a un ser que no soy yo.

La salida fue un poco tempestuosa, por la agitación del mar la mañana del domingo. Pero, con mucha destreza y determinación, nuestros lancheros y sus marineros nos llevaron a puerto sanos y salvos, donde celebramos una vez más la alegría de vivir y compartir.

 

Me despido con el eslogan de nuestra organización,

 

¡¡ Nos Vemos Desnudos en la Playa !!

 

Any Tangerino.

 

2 comentarios sobre Mi Experiencia en la Playa con Nudistas Venezolanos

  • Rubén E

    Any Tangerino:

    Hermoso relato con tu experiencia en la playa nudista, sana envidia por aquellos momentos de libertad y belleza.

    Saludos desde Santiago de Chile.

  • fabiola puche

    Que espectacular el relato de la bella Any, de lo que fue este encuentro.

    Sin duda alguna estamos orgullosos y maravillados con ser nudistas y encontrar personas tan llenas de calidad humana como la que hemos encontrado aquí…

    Att.

    Los Guaros Fabi y Edgardo.

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