| El fin de semana largo nos permitió disfrutar de un día extra de paseo, tres fabulosos días para amanecer y anochecer en nuestra querida playa. Y con todo este tiempo a favor, me tomé un momento para observar a los asistentes: padres e hijos, parejas, amigos. Todos compartiendo con la especial naturalidad de la desnudez. Lo que me llevó a entender que el cuerpo es tan sólo la cápsula que contiene lo que realmente nos hace únicos, que la piel no nos define, sino que es el vehículo que nos lleva a unirnos en esta experiencia de vida. Contrario a la idea que tienen algunos amigos, que no han experimentado el nudismo, para mí no hay lugar en el que me sienta más segura, protegida y yo misma, que en la playa de mi familia de Nudistas Venezolanos. Desde mi primer paseo, la seguridad en mi misma aumentó notablemente, mi relación con la desnudez mejoró y me despojé de muchos tabúes. Como le digo siempre a aquellos curiosos “mucho más erotismo y sexualidad vas a encontrar en una playa común, que en una nudista”. Si quieres ir a un ambiente seguro para tus hijos, vente con nosotros. Desnudez no es sinónimo de sexualidad, al contrario, es mostrarnos en nuestro modo más vulnerable y al mismo tiempo el más fuerte. Vivimos bombardeados con ser perfectos, tener cuerpos esculturales. Pero, al llegar a esta playa, todo eso queda atrás, es la reconciliación máxima con la verdadera naturaleza del cuerpo humano. Con esas “perfectas imperfecciones“ que hablan de lo que hemos vivido, de que nuestra familia y amigos nos aman, más allá de nuestro cuerpo, por quienes somos en nuestro interior. Creo que es precisamente eso lo que hace tan especial y único a este grupo, lo auténticos y sinceros que somos entre nosotros. Ya sin ropa ¿qué se va a intentar aparentar? Lo que queda es disfrutar de ser nosotros mismos en nuestra máxima expresión… y de paso, recargar pilas en unas playas cuidadas, hermosas y seguras, ¡el paraíso terrenal! Cabe destacar de este paseo que, con todo y la suave lluvia, el clima fue sumamente agradable, el agua muy sabrosa (aunque el termostato de Alejandro insistiera en que estaba fría). Resultando en un fin de semana de pleno relax, que incluyó un buen juego de Bingo dirigido por La China “Lucena”. ¡Quién ganó a pesar de que se solicitara el reconteo de votos! Je je je. Aunque las chispeantes lloviznas parecían divertirse con nosotros, al intentar apagar las fogatas y dispersar el primer intento de Bingo, no afectaron en lo absoluto el buen ánimo del grupo y la camaradería. Como siempre, la receta perfecta para recargar pilas y renovar energías para el día a día. ¡Ah! Y para los que se regresan por la vía de la Guaira, la heladería de Todasana es parada obligada. ¡Qué sabrosos el Helado de Auyama y la Torta de Vainilla! ¡Los Adoro Familia! Nos vemos desnudos en un próximo paseo. Cariños, Juvili. Guardar Hace aproximadamente dos años se me presentó una fantástica aventura en mi vida. Revisando el Facebook, observé que uno de mis amigos le había dado me gusta a una página llamada Nudistas Venezolanos. Me llamó la atención, por que ya había escuchado hablar sobre el nudismo, pero ¿en Venezuela? ¡Nunca! En su sitio web, conseguí el formulario de registro. Sin pensarlo, lo llené. Y, antes de darme cuenta, ya estaba en la entrevista. ¡Todo fluyó a mi favor!. Pero, por diversos motivos (quizás por pudor), no había podido asistir a ninguno de los viajes. Hasta este fin de semana que tomé la decisión. Sin dar marcha atrás, le dije a mi hija y sobrina que me acompañaran en esta aventura. Ellas, al igual que yo, muy emocionadas. Nos preparamos y nos fuimos desde el viernes a Chuspa, con nuestros pensamientos siempre en positivo para disfrutar del viaje. El sábado, a las 8:00 am, estábamos en el embarcadero. Esperando el encuentro con el grupo para ir a la playa. Desde el primer momento, sus miembros nos transmitieron una excelente vibra. Los nervios se fueron a otro lugar, pues en la lancha no cabían. Cuando llegamos a la playa de destino, el hermoso paisaje que nos recibió fue increíble. El color del agua, la arena blanca y suave. Simplemente nos dejó sin palabras. Desembarcamos de la lancha y, en un ambiente de total solidaridad y compromiso, bajamos las cosas. Cada quien eligió el lugar donde pasarían el día Luego sucedió algo casi inexplicable. Nos quitamos la ropa en total confianza y respeto. Pero no solo fue la ropa, también nos quitamos (en nuestro caso) los prejuicios y todo aquello que en una playa normal abunda. La pena se quedó en Chuspa. No había tabúes en cuanto a la desnudez. Solo aceptación de tu cuerpo tal y como es. La vibra en el aire era de armonía, libertad y paz. Después de un día totalmente relajante, en el que compartimos y descansamos de nuestras labores diarias, llego la hora de partir. Los integrantes del grupo se ofrecieron cordialmente para llevarnos de vuelta a casa, ya que sabían que no contábamos con transporte propio, gesto el cual agradecemos, ya que apenas nos estábamos integrando. Definitivamente el trato de compañerismo que nos brindaron, nos hizo sentir en familia y nos permitió disfrutar de una de las mejores experiencias que hemos vivido. Muchas gracias a todo el grupo. En especial a José Luis y su esposa, Antonio, Any y Vicente, que con su entusiasmo nos hicieron el día perfecto, dejándonos el gustico de volver y poder acampar con todos ustedes. Después de 3 años de aquel primer paseo juntos. Sin absolutamente nada que ocultar, llegó el día más esperado, soleado, fresco y al natural. ¡Sencillamente perfecto! Con las emociones a flor de piel que se apoderaron de toda la familia de Nudistas Venezolanos. Simplemente solemne resultó la unión de Estrella y Juan. La segunda boda nudista que celebramos en nuestra Organización. ¡Superó todas las expectativas! Casi un centenar de Nudistas Venezolanos, provenientes de todos los rincones del país, colmaron de alegría, afecto y felices abrazos el gran momento que vivimos en “nuestra” hermosa playa. A continuación la reseña del Paseo cortesía de Gabriela:
Nuestro viaje inició muy temprano el día viernes, esperando la llegada de nuestros amigos, Los Caroreños, y su hijo, el pequeño José Gabriel, a nuestra casa en Caracas. Con mucha alegría y expectativas, junto con nuestros dos hijos, esperábamos la salida programada para el medio día. Venían también mi hermana Joana y su amigo Thomas, para ellos sería la primera vez que vivirían la grandiosa experiencia de compartir con Nudistas Venezolanos, además de la emoción de participar la unión de dos personas en matrimonio, en una boda nudista. Llegamos a Chuspa a las 4:30pm en caravana de tres vehículos y 11 personas, en el puerto del pueblo nos esperaban muchos otros miembros del grupo que ya habían llegado, embarcamos todos llenos de alegría para lo que sería, un fabuloso fin de semana. Así comenzó la travesía a la playa. Al llegar, como siempre, las muestras de afecto y compañerismo por parte de los que estaban desde la mañana. Armamos los campamentos y a preparar la cena. Cada grupo prendió su fogata, y las alegres tertulias no se hicieron esperar. En medio de la noche, se escuchó la llegada de una lancha. Era Jossept, algo retrasado, con su grupo de 10 personas. Gracias a nuestro lanchero Bamban y un mar en calma, los pudieron traer a la playa en la oscuridad. Ahora ya no esperábamos a más nadie. La noche siguió y más tarde hubo un intento de compartir con los vecinos (el violinista y sus amigas), quienes escuchaban una música que sonaba increíble, pero era ya algo tarde y nos dejaron con las ganas, ya que se fueron a dormir. Nuestro grupete pasó a ser la zona alegre de la playa. Entre chistes y bromas, esperamos la salida de la luna. Varios llegamos casi hasta el amanecer. En la mañana continuó la llegada de la segunda tanda de nudistas. A medida que pasaba el día, temíamos que no hubiese espacio para tanta gente. ¡La cifra oficial fue de 95 personas! Aún así, no fueron suficientes para batir el record de Nudistas Venezolanos. Los novios y su comitiva llegaron y acamparon a nuestro lado, lo que nos permitió compartir de cerca toda la emoción de los preparativos (un gran aplauso a la madrina Yatexsix. ¡todo quedo espectacular mi bella!). En esta familia todos acompañan, colaboran y ayudan. No faltaron manos. Nombrar a cada una de las personas sería muy extenso. Es que no hubo persona que no pusiese su granito de arena para que los novios, junto a todos los presentes, disfrutáramos de los preparativos, el maravilloso altar y la estupenda decoración que lució nuestra playa. Ya con todo listo, era hora de ir a la peluquería. ¡Upssss! Pero mi peluquera, al igual que a muchas, nos embarcó, jejeje. Pero eso no importó. Todos los presentes nos arreglamos de lo mejor para el magno evento. Los niños con sus corbatines y las niñas con sus coronas. Poco a poco nos acercamos y nos sentamos alrededor del altar, “Bienvenidos a nuestra historia” se leía. Realmente me sentía parte de esta estupenda fábula. Las dulces cuerdas del violín de Jorge, perteneciente al Sistema de Orquesta Juveniles, nos deleitaban mientras el novio, acompañado de Leudith, caminó al altar. Seguidos de los padrinos, Yatexsix y Vicente. Más atrás, los niños del cortejo. Morris los esperaba a todos, con una gran sonrisa en el altar. La novia apareció junto a su hija, con un hermoso traje y una sonrisa espectacular. Ambas parecían modelos. Iniciaron su caminata al altar con la marcha nupcial interpretada maravillosamente por el violinista invitado. El ambiente se tornó emotivo, lleno de la magia de la playa, junto al amor que los novios irradiaban, sus sonrisas cálidas y nerviosas. Como en toda ceremonia se llenaron las formalidades. Leudith, la secretaria, leyó las obligaciones de los contrayentes. Luego los pequeños entregaron las ofrendas: Yo les presento el Agua, como símbolo de energía viva, que limpia, y sacia nuestro ser. Yo les presento a la Tierra, como símbolo de las riquezas, para que nada les falte en su vida futura.
Yo les presento al Aire, como símbolo de la vida, que hace latir y existir nuestro cuerpo.
Yo les presento al Fuego, como símbolo del calor que nos hace disfrutar de nuestro estado de ser nudistas y de la pasión que se tienen entre ustedes.
Morris, con una seriedad poco conocida en él, preguntó: Juan ¿Tomas por esposa a Estrella?
Juan contestó en alta, clara e inteligible voz: Si, la tomo.
Seguidamente preguntó a Estrella: ¿Tomas por esposo a Juan?
Estrella contestó en alta, clara e inteligible voz: Si, lo tomo.
Hora de intercambiar las arras: Yo Juan, te impongo a ti Estrella este brazalete, como símbolo de la naturaleza viva, como bienhechora de todos los dones de nuestro cuerpo y alma y que con ella sientas el amor que te profeso. Por el cual deseo unirme a ti para siempre y que juntos compartamos todos los dones que la vida nos tenga reservados. Yo Estrella, te impongo a ti Juan este brazalete, como símbolo de la naturaleza viva, como bienhechora de todos los dones de nuestro cuerpo y alma y que con ella sientas el amor que te profeso. Por el cual deseo unirme a ti para siempre y que juntos compartamos todos los dones que la vida nos tenga reservados.
Morris dirigiéndose a los dos les dijo: Que la madre naturaleza y el creador de ella, que nos han acompañado durante este acto, bendiga esta unión, y que el amor que se tienen, nunca sea alterado por nada, ni nadie. Que los vientos soplen a su favor, que la tierra nunca los desampare, que el fuego avive la pasión que los envuelve, y que el agua los purifique de todo mal. Que este acto, voluntario que han realizado, sea recordado en los momentos difíciles y que el amor vuelva a aflorar en esos instantes. En mi deseo, sólo queda desearles, que su sonrisa sea eterna, al igual que su amor. En nombre de la Federación Venezolana de Naturismo, los declaro unidos en matrimonio.
Como comprenderán no todas las palabras son exactas, especialmente por las trabadas de lengua de los protagonistas. Pero por ahí va la cosa, lo más importante de todo era ¡el BESO, BESO! … y, puntualmente, llegó. Los novios, los padrinos, Morris y Leudith, agradecieron a los presentes. Tal como ellos lo expresaron, no existen palabras para agradecer tanto amor incondicional, por estar y ser parte de la familia elegida: NUDISTAS VENEZOLANOS. Junto al Violinista, Gustavo cantó el Ave María. En este momento las lágrimas no se hicieron esperar. Pétalos de rosas caían sobre los esposos mientas caminaban de salida. Una foto familiar dio inicio a la celebración, con un mesón lleno de ricos pasapalos, y dulces. Pronto el sol cayó. Las luces de las lámparas de velas que se encendieron por toda la playa, conquistaron nuevamente nuestros corazones. El cielo se iluminó con los fuegos artificiales y los novios lanzaron globos llenos de muchos deseos en una noche llena de estrellas. El deseo es el comienzo de toda nueva creación. Abraham.
La noche transcurrió con celebraciones, tertulias y música. Morris se retiró temprano. Tenía que auspiciar otra boda, una pareja de Contribuyentes jejeje, que digo, contrayentes cangrejos en las arenas de la playa. Any, junto al grupo de muchachos vecinos de carpas, bailaron en coreografía durante varias horas. Yo practico bailo-terapia jajajaja decía nuestra querida amiga. Por el otro lado de la playa, alrededor de una gran fogata, otro grupo se deleitaba cantando canciones. En la madrugada, comenzó una suave lluvia, indicando que era hora de irnos a dormir. En la mañana, muy temprano, los niños llenaron de alegría la playa, acompañados de un paisaje esplendido. Esa imagen quedó grabado en mi mente como una fotografía de este sano compartir. Cuando reflexionas, te das cuenta que el amor nos hace renovarnos y reencontrarnos. Llegó la hora de la despedida. Al irse las primeras lanchas, sentía como cuando te despides para un viaje largo. Ese nudo en la garganta. Sabes que pronto los veras, pero faltaron horas para compartir, como el dulce miel en tu boca. No quiero dejar esta reseña sin agradecer a todos y cada uno de ustedes por acogernos y hacernos parte de esta hermosa familia, incluso aquellos que no pudieron ir a este paseo. Tenemos poco más de un año asistiendo, pero sentimos que los conocemos desde la infancia. A los esposos nuestros mejores deseos para esta nueva etapa de vida. “Nos vemos desnudos en la playa”. Gabriela. Emoción, alegría, agradecimiento y satisfacción son verbos que caracterizan el primer paseo del año 2016 a la playa nudista. El segundo fin de semana del año, las condiciones climatológicas de la costa varguense, fueron atípicas. A diferencia de lo normal en estas fechas, la temperatura, nubosidad y viento, fueron ideales para disfrutar un buen día en la playa. Desde las 5:30 am del sábado 09 de Enero, comenzó el gran día que tanto había esperado: celebrar mi cumpleaños número 32, recibir la bendición del agua de la hermosa playa nudista, celebrar los mejores deseos de año nuevo con la familia adoptada y escogida de Nudistas Venezolanos y agradecer a la vida por poder unir en un mismo momento y lugar emociones, esperanzas y personas especiales para mí. Desde Guatire nos acompañaron a Jossept, María, Jesús y Yusma, una pareja de jóvenes entusiastas, que practicaría el nudismo por primera vez a otro nivel. Muy distinto a la desnudez hogareña, que venían practicando a solas desde hacía pocos días atrás. Se trata de Raziel y Victoria. En sus ojos se podía percibir la curiosidad, emoción y ganas de aventurarse a esta inigualable experiencia de libertad, tranquilidad, naturismo y fraternidad. En la vía al pueblo de Chuspa había gran nubosidad en el cielo. Pero al llegar al embarcadero, el cielo estaba despejado y la temperatura elevada, las ganas de quitarme la ropa y disfrutar del mar, el sol y la playa, aumentaban. Nos conseguimos en el embarcadero con caras conocidas como Bambán y Lisbeth, Víctor y su familia, y otras nuevas como el caso de Pablo y Sonia, con el pequeño y cachetón, Juan Pablo. Una hermosa familia que retomó la visita a la playa con Nudistas Venezolanos, después de 5 años sin asistir a los paseos. La lancha ya estaba lista, al mando de los jóvenes lancheros que nos asistirán en el paseo. Justo antes de arrancar el motor, aparecieron Doris y Francois, en compañía su hijo y la novia (no nudistas, luego convertidos en la playa). Por casualidad estaban en Chuspa y, a último momento, decidieron ir a la playa con nosotros. Al llegar a la playa, nos esperaba otra parte de la familia de Nudistas Venezolanos, que había llegado antes. Entre abrazos, deseos de feliz año nuevo, compartir proyectos y esperanzas para este importante año, en nuestras vidas y en nuestro país, finalmente salí de la ropa. El mar estaba en calma, el agua fría pero refrescante, el sol súper brillante, el cielo sin nubes y mi cara de felicidad era de otra dimensión. Jaja es que me sonreía el corazón por todo lo que representaba estar allí en ese momento. ¡La emoción inundaba mi ser, por estar justo de paseo y cumpleaños a la vez!. El momento en que los integrantes nuevos decidieron quitarse la ropa y meterse al mar, me lo perdí por armar la carpa. Luego Victoria me confesó que estaban compitiendo, entre los dos, a ver quién era el primero en tomar más cervezas. Para armarse de valentía y desprenderse ese pedacito de ropa, que separa el tabú infundado por la sociedad, de la libertad máxima y plena que brinda estar al natural, desnudos. El transcurrir del tiempo en la playa fue rápido para mi gusto, entre gratas conversas, comidas, bebidas, snacks, caras felices, gente durmiendo y tomando el sol; cayó la tarde y la hora de volver, para los que no acamparían con nosotros. En ese momento, una agraciada bandada, de al menos 50 flamingos, nos regaló su paso por el horizonte. ¡Uff! Todos quedamos admirados con ese hermoso paisaje. Lástima que la pila de mi cámara me hizo una mala jugada, pero ese recuerdo está inmortalizado en mi memoria. Al caer la noche, la preparación de la fogata estuvo a cargo de Morris y Gustavo. Luego entonamos el ¡Feliz Cumpleaños! y compartimos un delicioso Panetonne de chispas de chocolate, como pastel de cumpleaños. ¡Ummm! Simplemente delicioso. El cielo estuvo despejado, sin luna, con miles de punticos que reflejaban su luz en el mar tibio, sereno y fresco. En la mañana del domingo, me despertó la claridad del sol que brillaba fuera de la carpa. Salí corriendo a refrescarme y observé que llegaba una lancha. Era la nueva pareja de iniciados formalmente en el nudismo, que regresaron en compañía de Doris y Francois, para compartir la mitad de día con nosotros… Antes de volver a la realidad de las responsabilidades y convertirnos en textiles nuevamente, para cumplir nuestras metas, objetivos y sueños. Disfrutamos un día más, juntos bajo el sol. Hasta que nos despedimos en el mismo embarcadero que nos vió horas atrás. Sólo que ahora llevaba una minúscula sensación de tristeza por, querer seguir allí en la mágica playa nudista. No quería regresar a la cuidad, después de disfrutar de tanta calma, relax y alegría compartida. Pero esa sensación fue desvaneciendo con el cansancio, que me hizo dormir en el retorno a Caracas. Al despertar evoqué nuevamente esos recuerdos que hasta ahora sigo teniendo en mente. Se les quiere, ¡Nos Vemos Desnudos en la Playa! Rosmery. Nuestra aventura comienza el viernes, cuando desde muy temprano buscamos las hallacas, panes de jamón y los últimos detalles para este fin de semana. Salimos desde los Teques, acompañados de Magali y Yusmery. En Chuspa nos encontramos con los buenos amigos Marisol y Bernardo, junto a un cielo despejado y hermoso, que nos deleitaba camino a Monomanso (playa que no conocíamos). Llegando a buena hora, pudimos instalar las carpas y aun así darnos un buen baño en las templadas aguas de Monomanso. La noche llego muy rápido entre comida, tragos y buenas tertulias, bajo el cielo despejado lleno de estrellas, y varias estrellas fugaces que decoraban la plenitud del cielo. Nos fuimos a dormir un poco tarde, esperando un nuevo día y la llegada de todos nuestros amigos de Nudistas Venezolanos, para el compartir navideño del día sábado. El sábado amaneció despejado, con un sol hermoso y sin una nube a la vista. Con una energía espectacular para celebrar la navidad nudista. El clima y la sombra constante que brinda Monomanso, causaron que nos quedaramos dormidos. Desayunamos cuando ya estaba llegando la primera lancha. Al poco tiempo llegaron dos lanchas más. Todos ayudaban y saludaban, mientras cada uno se instalaba. Llegó el momento del compartir navideño. Pusimos nuestra mesa, que se llenó de todo tipo de comida: jamón planchado, torta negra, pastelitos, pan de jamón, panettone, ensalada de gallina, pan, entre muchas otras cosas. Mientras se calentaba el agua para las hallacas, se apreciaba la unión y alegría que acompaña a este grupo. Con sólo 6 meses asistiendo, sentimos que ya son parte de nuestras vidas y que hemos encontrado una familia nueva. Llegó el momento del almuerzo y, entre tantas cosas para compartir, todos quedamos felices y satisfechos. Luego de la digestión, comenzó el intercambio de regalos. Los que participaron hicieron un círculo en la arena y, con una dinámica cargada de risas, repartieron los obsequios y pasaron un rato ameno. Ya casi al final de la tarde, con la compañía de algunos miembros del equipo de lancheros, hicimos el brindis. Celebrando, entre muchas cosas, los 18 paseos realizados por Nudistas Venezolanos en el año 2015. Vicente compartió unas hermosas palabras, que llegaron al corazón de muchos y nos recuerdan lo bendecidos que somos al pertenecer a la gran familia de Nudistas Venezolanos. Decían algo como: “Cuando yo voy por la calle, no me siento igual a las personas que me rodean. Soy mucho más libre, al no creer en tabúes comunes y ver la vida desde otro punto de vista. Debemos pedirle a la vida salud, porque con ella podemos lograr todo. El dinero va y viene, pero lo más importante somos nosotros y esta familia” y, en efecto, así nos sentimos día a día, ¡gracias Vicente!. Brindamos por esta familia que el nudismo nos regaló, porque siga unida siempre y con mucha salud. Después de este momento tan lindo, compartimos un rato. Más tarde, ya casi oscureciendo, llegó la lancha que se llevaría a varios de nuestros amigos. Con mucha alegría, los despedimos, y seguimos compartiendo en familia, la última noche del grupo por lo que resta del año 2015. Al caer la noche, prendimos la fogata y estuvimos un rato en grupo alrededor de ella. Mientras el fuego nos acompañaba y espantaba un poco la plaga. Cuando la fogata se apagó, cada uno fue agarrando su camino. Algunos a los brazos de Morfeo, otros se quedaron un rato más disfrutando del cielo lleno de estrellas y la buena compañía, hasta que todos nos quedamos dormidos. El domingo, Monomanso nos siguió bendiciendo con un cielo despejado y un sol radiante. Era hora de levantarse a preparar los desayunos. Compartimos este gran momento, para luego quedar “abatidos en combate” por lo relajados que estábamos. Llegó la hora de organizar las cosas y comenzar a despedir a nuestros hermanos de Nudistas Venezolanos. Llegó la primera lancha y todos les deseamos felices navidades y próspero año nuevo, esperando verlos muy pronto. Un par de horas más tarde, llegaban las últimas dos lanchas, donde nos fuimos todos los que quedábamos en la playa. Dejando a Monomanso y despidiéndonos de esta última y fantástica experiencia que nos regala la Organización Nudistas Venezolanos, por este año. Ha sido un verdadero privilegio formar parte de esta experiencia. ¡Gracias a todos por recibirnos en este grupo! En cada nuevo paseo seguimos conociendo a gente especial, a verdaderos hermanos. ¡Esperamos que el próximo año esté lleno de mucha salud y felicidad, y que tengamos muchos paseos! Nos vemos desnudos en la playa. Joana y Thomas. Todo fue muy cómico. Mi esposo me planteó la idea de ir nuevamente a España y visitar una playa nudista, idea que me encantó. Tanto que, sin decir mucho, busqué en Google, hasta que encontré una página llamada “Nudistas Venezolanos“. Sin detenerme, leí y comencé a llenar el formulario cuidadosamente. Muy pendiente de mis objetivos, de que este grupo me diera la tranquilidad que yo quería para el disfrute de mi esposo, de mi pelirrojita y mío propio. Que hubieran principios y respeto. Noté que ellos buscaban lo mismo en los nuevos integrantes, para proteger a los que ya pertenecen al grupo. Terminado el formulario, y con una fuerte taquicardia, decido llamar a mi esposo y contarle lo que había hecho sin consultar. Muy pronto recibí sus números telefónicos. Me comuniqué e hice la cita para la entrevista personalizada. ¡Mi esposo casi se desmaya! Él pensaba que había sido sólo una propuesta. Después de una larga y amena entrevista y un período de espera, participamos en nuestro primer paseo. Me impresionó ver algo que se ha perdido mucho hoy día: el compañerismo tan notorio entre todos los integrantes. Tan pronto llegó la lancha, todos subieron sus pertenencias y las que no eran suyas también; y yo sin poder ayudar mucho, porque tenía a mi pelirrojita en brazos. Llena de nervios, nos trasladaron a la playa. Al llegar, fue impresionante ver como todos se quitaban la ropa. ¡Sin siquiera armar sus carpas u organizarse! Y yo casi sin poder ver para los lados, porque a donde miraba había gente desnuda. Con mucho calor y dispuestos, pero llenos de pudor necio, armamos carpa. Llegaron todos a ayudarnos, desnudos. Nosotros, aún vestidos, nos sentíamos fuera de lugar. No encajábamos ante tal paisaje. Mi pelirrojita ya estaba disfrutando del paraíso, sin nada que la impresionara. Pero sin entender. Sólo esperaba por nosotros. Todos nos dieron tiempo, a nadie presionan a nada. Eres libre de quitarte la ropa cuando quieras. Pero me decía a mi misma “¿para qué entrar en un grupo nudista y no quitarme la ropa? ¡Para eso me quedaba donde está la gente común!” Y nos liberamos de eso que nos colocan al nacer. ¡Éramos libres! Allí nadie está pendiente de criticar a nadie. Nos aceptamos tal cual nos hizo Dios. ¡Estamos en el paraíso! En unas playas cristalinas, con un oleaje excelente, unos atardeceres soñados, una fogata de película. En familia, con una hermandad nunca vivida, en un compartir extraordinario. ¡Se los juro! ¡Nunca me quiero regresar! Los Coordinadores siempre me dejan tomar la última embarcación, para complacerme. Es que de regreso me pregunto. ¿En realidad esto es Venezuela? ¿O es que estoy soñando? ¡Dios! ¡Qué vaina tan buena! No veo la hora del próximo paseo. Volver a sentir que todos extrañaban a mi bella pelirrojita. ¡Ahhh! y ese café al amanecer, desnuda frente al mar. ¡Señores! Eso no tiene precio. Les doy las gracias a todos los dirigentes y compañeros integrantes del grupo por hacer cada encuentro tan ameno para mi y mi familia. Kathy. PD: ¡Nos vemos desnudos en la playa! Conversar sobre cualquiera de nuestros paseos, es sencillamente trasladar al blanco y negro la alegría, amor, paz, tranquilidad, camaradería y relax total que nos produce la magia de nuestros encuentros de fines de semana nudistas. Por supuesto el de este pasado fin de semana no fue la excepción; la alegría, el compartir, el humor, la plenitud de los encantos de la naturaleza. El confort y placer de sentir esa inigualable e inexplicable sensación de estar en contacto en piel con la naturaleza, hizo del fin de semana otro mágico encuentro familiar y de verdaderos amigos. En este paseo contamos con la presencia de nuevos y excelentes amigos, que desde ya podemos sumarlos a nuestra alegre complicidad de ser miembros de Nudistas Venezolanos, y de contar con ellos para los próximos paseos. Lamentablemente para mi esposa Dey y para mi, tristemente, este paseo fue nuestra despedida. Ya que en escasos días estamos (como muchos), saliendo de país. Aun cuando mantenemos la disposición de seguir practicando el nudismo en otras latitudes, sabemos que nunca será lo mismo sin ustedes, nuestra familia de Nudistas Venezolanos, eso lo sabemos y va ser sumamente frustrante no sentir ese calor y compañerismo que nos caracteriza. Sin embargo, como le comenté a mi amigo y hermano Vicente, espero en un muy corto tiempo poder contar con la presencia de ustedes para poder practicar el nudismo. Nuestro nudismo a lo venezolano, fuera del país. Y, así, mostrar a las personas de otras nacionalidades lo que significa hacer nudismo, que no es solamente quitarse la ropa. Un apretadísimo abrazo a mis hermanos de piel, Laura y Luis, amigos incondicionales; Maryla y Carlos nuevos y queridos amigos y sucesores; Vicente su esposa y mi querida Marianita, Joseph, Morris, Alejandro, Antonio, César y Cristina, Migdalia y Rigo, Rocco, Jonnnie Team, Bamban y los demás hermanos nudistas, los queremos mucho, los extrañaremos y esperamos verlos pronto en la ciudad de Orlando Florida. Omar y Dey. | |